Después de cuatro años y un poco de empezar con este blog me doy cuenta que el mundo cambio; en aquél entonces tenía 27 años, estaba en la consultoría donde compartía piso con Rosario, por las tardes era el asedió al café del ahora difunto Mani y las noches interminables con Oscar y Aldo. Particularmente este tiempo le tengo un gran cariño por la construcción de la memoria que me ha dejado.
Después vino el periodo del que me he enganchado, la promoción universitaria; y resultá un parte aguas ya que ha cubierto muchas expectativas y desarrollado talentos que pensé no tenía. No ha sido facil ya que implica un diálogo ético que permea en el futuro de los aquellos que necesitan una orientación, y ser parte de este diálogo resulta interesante por la confianza que te dan los aspirantes.
Puedo pensar que el tiempo que llevo en la Ibero ha sido el más significativo ya que desde aquí he crecido personal y profesionalmente; soy una persona que ahora tiende a ser más receptiva, abierto a la crítica y sobre todo he crecido en tolerancia, cosa que antes me faltaba.
31 años... y aún encuentro áreas de oportunidad en lo que hago, en lo que quiero y en un futuro cada vez caótico y lleno de complejidades que va hilando la estructura social en la que me toca vivir. En este momento que estoy escribiendo observo lo que hay en mi entorno, quizás sea el momento de cambiar de aires y rutina.
