viernes, 4 de octubre de 2013

Esas sensaciones inquietantes

Me hallo sentado en una mesa en un evento a beneficencia de una fundación que ayuda a niños con discapacidad, me encierro en esta aplicación que recién baje precisamente para matar tiempo mientras que al fondo las luces del escenario me atrapan a la realidad del lugar donde estoy.

Edgar está en la entrada, se ve tan bien con ese traje negro y la corbata de punto recién adquirida. Quizás hasta hace unos días mi día viernes giraba en estar en un wings arma tomando y platicando y hoy estoy aquí... La vida tiene muchos misterios y vivo uno en este momento.

Me llena de una sensación extraña, inquietante estar en esta situación, por lo general son ellos quienes viven y conviven con mi mundo y ahora lo hago en el suyo, reflejo de una relación cimentada en la fuerza de un destino que he trazado en conjunto con Ed.

El pánico quedo atrás, intento que mi memoria e inventiva no me den esquemas macabros inexistentes. A veces me cuesta trabajo entender lo que hay y lo que no hay, quiero romper con eso, necesito romper con ello.

Vienes con la luz, no con el sol. Tu mirada y sonrisa me dan el aliento que necesitaba; preguntas como están, mis lágrimas se ahogan antes de ser expulsadas. Te sonrió mientras procuras mi bienestar, te digo que todo esta bien y se que así estará.

No se en que momento me has enamorado tanto. Tu sonrisa me da mucha fuerza y me adentro en una paz y sinceridad que me dejan tranquilo.

A veces creo nos fundimos en miedos que no deberían ser, fantasmas lacerantes de otros tiempos que perturban nuestra relación. Quiero que sepas que todo estará bien, que llenáremos de luz nuestra realidad y la haremos temblar.

Sentimientos inquietantes me disparan el cuerpo, la memoria y las ganas. Te amo y es lo único que mi cabeza piensa y sabe. La voz, emulo de ópera de reality show, me estremece y me inquietó aún más.