jueves, 12 de octubre de 2017

Hecho en México

Decía Ismael Serrano: “México es un disparate”. Somos la construcción de generaciones pasadas llenas de misticismo, color, textura. Somos ritmo delineado por los sones, danzones, huapangos, la banda.  Somos una paleta de sabores yucatecos, poblanos, oaxaqueños, norteños. Somos un México híbrido, que ha sabido entretejer la cultura propia con la cultura ajena dotando de nuevos significados a la realidad.

México de contrastes. Somos un país guadalupano y matriarcal pero con un machismo de terribles dimensiones. Somos la navidad del arquetipo americano con la posada cacahuatera de piñatas y ponche. Somos la celebración de la muerte haciendo mofa de ella; es curioso lo que piensan los extranjeros de esta celebración. Somos el país racista que sufre del racismo interno y externo de sus habitantes. Somos el país de las ladys, lords, nacos, que ante la tragedia nos unimos codo a codos y somos más de dos.

Nos hemos clasificado en subculturas donde compartimos elementos comunes e individuales que nos hacen un mosaico de formas infinitas. Dentro de nuestras fronteras nos fraccionamos en diversos países pero fuera de ellas nos perciben con una calidad y calidez única, como un signo único que es la identidad que impera. Somos mucho más que el nopal y el sombrero del flojo en el árido desierto.

Somos el país del “ahorita”, “tantito”, “mijito” y de los términos diminutivos que minimizan y empatizan con la realidad. Somos el país del “ya merito” suceden las cosas y de la memoria fragmentada y olvidada de sus habitantes. Somos el país que llora ante la tragedia pero se burla de ella a través de memes. Somos el país de la ironía, donde un terremoto sacude justo cuando conmemoramos otro terremoto 32 años después.


Somos el México que celebra y alaba a futbolistas, actrices, videntes, vedettes. Tenemos un star system que privilegia y antepone al espectáculo sobre la investigación, educación, cultura y artes. Al final, cuando los tiempos pasen y regresemos al árbol donde bajamos como humanidad, allí seguirá estando México, pues como México no hay dos.









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